Inventing Anna es una serie limitada de Netflix creada por Shonda Rhimes, basada en el artículo de la periodista Jessica Pressler sobre Anna Sorokin, una joven rusa que logró engañar a los círculos más exclusivos de Nueva York, presentándose como una heredera multimillonaria bajo el nombre de Anna Delvey. La historia gira en torno al ascenso y caída de Sorokin, quien, mediante una mezcla de manipulación psicológica, carisma y engaños, logró infiltrarse en el mundo de la alta sociedad, hasta ser finalmente arrestada por fraude.
A lo largo de la serie, es evidente que Anna no tiene un sentido real de empatía. Sus relaciones son transaccionales, y se aprovecha de los demás sin mostrar remordimiento o culpa. En este sentido, el vacío emocional de Anna refleja un trastorno de personalidad narcisista o incluso psicopática.
Uno de los aspectos más fascinantes de Inventing Anna desde una perspectiva psicológica es cómo la protagonista está obsesionada con su imagen pública y su "marca". Anna construye un relato en torno a ella misma, y ese relato se convierte en su único motor. Desde un punto de vista psicológico, esto está relacionado con el concepto de "auto-valoración basada en la validación externa"
Anna es un ejemplo claro de cómo la falta de un sentido de identidad auténtica, combinada con una necesidad de validación externa, puede llevar a una persona a vivir una vida completamente falsa, a menudo a costa de los demás. A través de su historia, Inventing Anna no solo plantea preguntas sobre la psicología detrás del fraude, sino también sobre las profundas inseguridades y el vacío emocional que impulsan tales comportamientos.